El Barça ha tenido que hacer un esfuerzo económico para convencer a José María Del Nido de que le vendiese, pero, como el mismo presidente del Sevilla explica, “el Barça se lleva a un futbolista superlativo, gigante, ciclópeo”. El precio, que podría llegar a los 35,5 millones de euros, también es ciclópeo. Pero Dani Alves es uno de esos jugadores que ganan partidos por sí solos. No importa que ocupe la posición de lateral derecho. Desde su timidez posicional sobre el terreno de juego, alejado de, dónde en principio, se cuecen los partidos, el brasileño explota su potencia física y técnica para decidir encuentros, para ser más determinante que el más determinante de los delanteros.
Del Nido se vanagloriaba ayer de que el traspaso del brasileño se hace por “la cantidad más importante que nunca se ha pagado por un defensa”. Todos aquellos que ayer estuvieron en la rueda de prensa de despedida de Dani Alves en el Pizjuán creen que el mejor negocio, pese a todas las cifras, en este intercambio comercial, lo ha hecho el Barça. “Saldrá barato”, aseguran.
Pero hablemos de cifras. De momento, el club que aún preside Joan Laporta ha pagado 29,5 millones de euros, pero, además, ambas partes han acordado incluir dos cláusulas en el contrato. Cada una de esas variables asciende a 3 millones de euros. La primera se hará efectiva si el conjunto entrenado por Pep Guardiola se clasifica para las cuatro próximas ediciones de la Champions, algo que, teniendo en cuenta las estadísticas de las últimas temporadas, no parece un objetivo demasiado complicado de cumplir. En este caso, cada temporada equivale a 750.000 euros. La segunda cláusula incluida se hará efectiva si el Barça logra tres títulos diferentes en las cuatro temporadas en las que Dani Alves jugará en el Camp Nou. Es decir, si es capaz de ganar, por ejemplo, Copa, Liga y Champions, aunque no sea en una misma temporada.
Si le dan a elegir, Dani Alves tiene claro qué título encabeza sus preferencias. El ya futbolista blaugrana aseguraba en el Sánchez Pizjuán que, una de las razones por las que se marchaba al Barça, era para tener la oportunidad de ganar la Champions. El Sevilla este año no disputará esta temporada la máxima competición continental y el brasileño se ha puesto entre ceja y ceja levantar la ‘orejuda’. La afición culé le estaría eternamente agradecido si así fuera. “Voy al Barça porque quiero ganar la Champions”, sentenciaba.
El jugador vivió ayer sus primeros contactos con el club que más ha apostado por él. Los contactos previos que había tenido se habían reducido a una charla con Txiki Begiristian en Belo Horizonte, ciudad en la que la selección brasileña se enfrentó a Argentina. El secretario técnico blaugrana se había desplazado a Brasil a presenciar el encuentro y pudo dialogar con él. Ayer, por fin, pudo pisar el Camp Nou como jugador del Barça, un sueño hecho realidad. Tras hacerse la ya tradicional foto frente al escudo situado en la puerta de entrada de las oficinas, Dani Alves se dirigió a pasar la revisión médica al Hospital de Barcelona, una revisión que pasó sin problemas.
Vía: Sport.es